viernes, 6 de agosto de 2010

REVISTA Y TV

El tiempo pasea con aires de infante y el hombre se cree parte del movimiento, la cuidad es lavada por gotas toxicas de lluvia, los ancianos piden dinero bajo los toldos de los almacenes, sus rostros gritan misericordia en medio de la sordera crónica, algunos superaran el frío, el hambre y la borrachera, otros pasaran de largo en medio de alguna pesadilla, serán barridos por los camiones de basura. Llueve en la cuidad y el chico crespito canta que lo mas importante es que se vaya su pareja, que no existe nada después de ella, como si no existiera en el mundo algo mas importante que su relación, nada como intentar ser rescatado de una vida de miseria, no querer ser mas el perdido, el torpe, el invalido, el viejo enfermo y moribundo en un hospital de 4ta, dopado hasta los dientes, acostumbrado a andar por las calles empapándose las venas. Los arco iris de los charcos ensucian mis pies arrugados.

Hace frió, al menos estoy tiritando, la lluvia se detuvo y los riachuelos se convirtieron en lagunas, un perro flota ahogado en los restos de la tormenta, la seguridad es una excusa para convertirse en empleado. Si dejamos de trabajar a un mismo tiempo y la huelga se torna irrefrenable, los mercados caerán y los megamalls saqueados darán el pie a la avalancha de balas que no frenara la desesperación. Somos robados con esos discursos de que se destruirá la economía. Mucha gente muerta, mucha gente, por que los militares no me defienden a mí, sino al estado, por que los pacos tienen tetas y jamás se unirán a la lucha. En todos los países el hombre tiene ansias de justicia y hasta ahora nunca han muerto los suficientes.

La inercia toma las plantas de los pies y se enraíza, pero hay muy buenas películas en las salas y no te puedes morir sin saber como termino el actorcillo de mierda que morirá tarde o temprano.

No hay comentarios: